Testimonios

Con la ayuda de Charo, logré sumergirme en lo más profundo de mis miedos de pequeño. Entrar en la travesía de conseguir una liberación personal fue un largo proceso. Aprendí a comprender más el perdón con uno mismo y enfrentar esos miedos que apagan esa luz que tenemos a lo largo de los años. Fue un proceso en cada sesión. Pero rescaté algo que solo quedó en mí y que no lo compartí con nadie, ni siquiera con ella: aprendí a perdonarme a mí mismo y no ser tan exigente conmigo mismo. Regresé en el tiempo y pude hacerme muchas preguntas que siempre quise hacerme… Siempre me preguntaba: ¿por qué no me quieres así como soy? ¿Por qué no me escuchas cuando quiero decirte algo? ¿Por qué no me cuidaste cuando debiste hacerlo? Tantas preguntas que vagaban en mi subconsciente pero de las cuales desconocía que verdaderamente estaban ahí, tatuadas en mi memoria… Poder finalmente preguntar y tener respuesta fue de gran ayuda.

Aún me encuentro buscando que mi reflejo en el espejo sea el mismo de antes, pero veo que eso ya no será así, porque ahora soy diferente y mejor que antes. Ahora me veo y digo: es tiempo de mí, es tiempo para mí, y vale más lo que yo piense, lo que me haga sentir mejor, lo que me ayude a estar en paz conmigo mismo porque esta vida me la dieron para vivirla y quiero hacerlo cada día. Porque nuestro buen amigo y enemigo, el tiempo, está ahí para apresurarnos o ir a nuestro modo, herir, curar, ayudarnos o hacernos despertar y correr. Y no importa lo que el resto piense… En este tiempo he comprendido que nuestra vida tiene un límite si nosotros mismos lo ponemos… Y no quiero límites en la mía… Quiero ir más allá de todo… y seguir. He aprendido que nuestra vida debe ser como una fiesta donde habrá de todo: personas nuevas que llegan y traen luz a la fiesta, otras que se van antes y ya las extrañas mucho, otras que vuelven, otras que nunca volverán, otras que no vale la pena que vuelvan, otras que vinieron a arruinarlo todo… Pero tú tienes la elección de hacer que esa fiesta sea inolvidable para ti cada día… Gracias, Charo, por enseñarme muchas cosas y seguir en el proceso de evolución cada día.